Pbro José Luis Pinzón Vélez

Las noticias transmitidas por diferentes medios nos informan del regreso de las misas en latín, el sacerdote de frente al sagrario y de espaldas al pueblo.
El Concilio Vaticano II, aprobó varios ritos para celebrar la Santa Misa, algunos que recuerdo son:
padre pioRito romano de san Pio V, rito Mozárabe, rito Copto fiel a Roma, Rito Siro Maronita, Rito Ciro Malabar (India), Rito Griego, Rito Ortodoxo, Rito Inglés Antiguo y Rito Ambrosiano entre otros.
Muchos de estos ritos son poco conocidos en América Latina porque la Evangelización del continente se hizo con el rito de San Pío V y después de 1970 se continuó con el Novus Ordo de Pablo VI.
Después de la clausura del Concilio Vaticano II, muchos fieles, sacerdotes y obispos del orbe Católico, solicitaron al Beato Juan Pablo II que hubiera una asistencia pastoral, para un gran número de fieles adictos a las formas litúrgicas preconciliares.
El Papa escuchó e instituyó la Pontificia Comisión Ecclesia Dei en 1988. Mediante Motu propio “Ecclesia Dei Aflicta”, confió a esta comisión el cuidado pastoral de los fieles tradicionalistas. Este dicasterio extiende además, sus servicios a las aspiraciones de cuantos por una sensibilidad particular, desean mantener viva la liturgia latina en la celebración de la Eucaristía y demás sacramentos. Su voluntad pastoral es poner a disposición de la Iglesia todos los tesoros de la liturgia latina, que durante siglos ha nutrido la vida espiritual de tantas generaciones.
Hay experiencias de comunidades de vida religiosa erigidas por la Santa Sede, que celebran la liturgia tradicional entre ellas están: el Instituto San Felipe Nery en Berlín, El 0asis de Jesús Sacerdote, Comunidad Contemplativa de Barcelona España; la Fraternidad San Pedro, La Administración Apostólica San Juan María Vianney en campos Brasil, y el Instituto Pontificio del Buen Pastor de Burdeos Francia. Su objetivo es defender la Misa tridentina y el canto Gregoriano en Latín.
Cabe destacar el papel del Cardenal Darío Castrillón Hoyos cuando fue presidente de la Comisión Pontificia “Ecclesia Dei”, para defenderla. Nunca fue abolida, existe un renovado interés en practicarla, por eso el Papa facilita las cosas, para que los Católicos que quieran tengan acceso a esta Liturgia.
Es un querer del Papa Benedicto XVI, quien ha impulsado la iniciativa. El 7 de julio de 2007 publicó el motu propio Sumorum Pontificum y el 13 de mayo de 2011 la instrucción Universae Ecclesiae, sobre la aplicación del anterior documento.

Enumero razones para seguir defendiendo la misa tridentina y el sacerdocio tradicional:

  1. La misa tradicional en latín cumple con todos los requisitos necesarios para darle el honor y la gloria debidos a DIOS.
  2. Es la que se ha celebrado en la Iglesia por más de veinte siglos en la cual se renueva el Sacrificio de Cristo en la cruz en el Monte Calvario.
  3. Simboliza en palabras, gestos claros y manifiestos lo que ocurrió el viernes santo en la cruz, el sacrificio de la Nueva Alianza.
  4. Se reafirma el aspecto sagrado de la Eucaristía y se enfatiza en el carácter Sacrificial.
  5. Las Eucaristías en latín, siempre se entendían en todos los países católicos, expresando el carácter universal del Santo Sacrificio de la Misa, acompañado por el canto gregoriano en latín, que está diseñado para adorar a DIOS.
  6. Al celebrar el sacerdote la misa de san Pio V, se ciñe a las rúbricas del Misal Romano para ofrecer el sacrificio agradable a DIOS.
  7. Hay más respeto hacía lo sagrado a través de los gestos litúrgicos, las genuflexiones, los silencios y la debida adoración tributada a Dios tanto por el sacerdote celebrante como por los fieles que asisten a ella con devoción y Fe.
  8. Hay más espacio reservado a la meditación sobre la acción del Señor y también a la devoción personal del celebrante y del sacrificio, no solo por los fieles, sino también por sus propios pecados y su propia salvación.
  9. Se dice en latín porque es el idioma sagrado de la Iglesia, el cual sirve para hablar con DIOS de un modo diferente al del diario vivir.
  10. Conserva el papel del sacerdote sacrificador que obra en persona CHRISTI y su misión de conducir al rebaño como lo hace el buen pastor.

 

El Instituto del Buen Pastor está en plena comunión con la Iglesia y está autorizado por la Santa Sede del Vaticano para celebrar la misa tridentina, así la Iglesia salvaguarda lo eterno y sobrenatural que ocurre en el altar, cuando el sacerdote pronuncia las palabras de la consagración que siempre se han repetido en todas partes y por todos los sacerdotes “HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA” (San Lucas 22, 19)